miércoles, 21 de marzo de 2012

Ayrton Senna, la leyenda


El día de hoy cumpliría 52 años el que fue para muchos un ídolo en la Fórmula 1 a fines de los 80 y principios de los 90. El brasileño Ayrton Senna se convirtió en leyenda luego de conseguir 3 títulos a bordo de su Mc Laren Honda y dos subcampeonatos a manos de su archirrival, el francés Alain Prost.


El múltiple campeón falleció el 1 de mayo de 1994 en una carrera disputada en el Autódromo de Imola, Italia en el Gran Premio de San Marino cuando representaba a la escudería Williams Renault.

Se lo recuerda por su astucia y entrega al manejar. Ya en 1984 a bordo de un Toleman Hart, de una escudería muy débil, les daba pelea las potencias como Ferrari o Mc Claren. Sobre todo la mejor condición climática a la que se enfrentaba era la lluvia, con ella hacia estragos en sus competiciones.

En su llegada a Mc Laren en 1988 hizo dupla con Prost, pero el brasileño al arrebatarle el titulo al francés marcó un antes y un después en su relación que para bien del público fue muy competitiva. En su primer año en Mc Laren, Senna se quedó con su primer titulo en la F1.

En 1989, se le escapa el titulo a manos de Prost en fallos polémicos durante toda la temporada, para volver en 1990 a quedarse nuevamente con lo más preciado, ser bi campeón con la escudería que lo hizo famoso y tomarse revancha del galo.

En 1991 la lucha sería con el inglés Nigel Mansell, y aquí el sudamericano prevalecería con el titulo, el tercero en su carrera. También se dio que por primera vez en casi 8 años en la máxima categoría del mundo automovilístico conseguiría una victoria en su país natal Brasil, en el circuito de Interlagos.

El 1992 terminó cuarto con un auto muy inferior a los poderosos Williams Renault y a la revelación del año Michael Schumacher con Benetton y en 1993 tras no poder pasar a Williams ante la bajada de pulgar de Prost tuvo que quedarse con el segundo puesto de la tabla general del año.

El 1994 llegaría a Williams Renault, pero la adaptación se hizo más difícil de lo esperado. Primero fue el habitáculo, que era muy pequeño pero en la pretemporada lo habían resuelto, luego seria lo difícil que se hacia manejarlo pese a la potencia. En las primeras dos carreras del año había arrancado primero, pero ninguna de las dos pudo terminar, hasta que el 1 de mayo de ese año Senna se encontraría con la muerte cuando su monoplaza se despistó e impactó contra un muro a 211 Km/h.

En una rueda de prensa en el Gran Premio de Italia de 2000, Michael Schumacher ganador de la carrera le dijeron que había conseguido igualar el número de victorias de Senna, este no pudo aguantar y se echó a llorar. Este le cedió el turno de hablar a Mika Hakkinen y el finlandés tan solo pudo decir "que continúe Ralf". Después cuando le tocó otra vez hablar a Michael, tampoco pudo aguantar y se echó a llorar de nueva cuenta. Muestra del compañerismo y admiración que producía el brasileño.

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