En el partido de ida del denominado "Superclásico de las Américas" Argentina y Brasil no se sacaron ventajas e igualaron en cero para desazón del público que colmó el Mario Alberto Kempes de Córdoba. En un partido con pocas emociones el conjunto albiceleste estiró su invicto en la era Sabella, con dos victorias y un empate.
Desde el comienzo se vió la mano del DT, buscando poblar el mediocampo y llegar con peligro al área rival. Mauro Boselli comenzó movedizo, y fue una buena labor de Canteros, el joven mediocampista de Vélez. Por el otro lado, tras unos minutos de duda, la defensa se afirmó, Neymar y Ronaldinho se buscaron, sin éxito para suerte de los defensas albicelestes y Leandro Damiao aparecía como único punta, siendo él el creador de la mejor oportunidad, cuando su tiro pegó en el palo de Orión.
A partir de ahí el partido se acható. Boselli debió retirarse por lesión (dolor de cabeza para Miguel Angel Russo) y en su lugar ingresó Gigliotti, de discreta labor. Salvo un disparo de lejos del "Burrito" Martínez, no hubo más que contar en la etapa inicial.
En el complemento, fue Martínez quien debió dejar de jugar, ingresando en su lugar Pablo Mouche. Después se dió la mejor jugada del partido, cuando Damiao dejó clavado en el piso a Emiliano Papa con una buena jugada personal, la tiró por arriba de Orión y el palo volvió a salvar al conjunto nacional.
Ya no quedaba tiempo para más. La revancha será en dos semanas en Belem, Brasil. Con un par de ajustes más y algo de suerte en caso de los lesionados, la selección podría llegar a lograr un resultado positivo.
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