Se habló mucho en el día de ayer. Que Riquelme, que Falcioni, que Cvitanich, que Angelici... En fin, una jornada movida en el Mundo Boca, que hacía acordar a las tardes noventosas pre-Bianchi. Todo pareció definirse en la charla de anoche entre DT y presidente, mientras que en el entrenamiento hubo una pequeña charla y todo volvió a la "normalidad".
Cerca de las 9:30 comenzó el discurso de Julio César con todo el plantel, imagen que duró apenas 10 minutos. 9:40 salían los titulares ante Zamora rumbo al gimnasio y lo suplentes a la cancha. En plena práctica irrumpió Daniel Angelici, que fue directo a abrazar al Falcioni, como una clara muestra de apoyo para el que mire de afuera. Tras esto se quedó presente, monitoreando de cerca lo que sucedía.
Ayer, el presidente del club fue quien mejor se movió. "A río revuelto, ganancia de pescadores", dicen. Mientras el mundo periodístico se relamía con la pelea, escuchó al plantel por la tarde, quienes no estarían tan contentos con el DT, mientras que por la noche oyó la otra campana, la de un Falcioni que parecía tener un pie afuera del Mundo Boca. Negociadores como pocos, armaron las pautas a seguir para continuar de la mejor manera posible. Más que nada, el entrenador pidió condiciones para poder manejar la disciplina dentro del vestuario, algo que ya tenía el aval de la dirigencia desde la mañana.
Ahora, resta por ver que pasa en la relación Román - Falcioni, que ahora se suma buena parte del plantel a la contienda. Con tres frentes a los cuales pelear, tomen asiento que parece que el semestre será largo. Muy largo.
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