Es sabido que Rockandgoleros no se basa por escribir sobre ligas futboleras de esas latitudes, pero lo vivido este fin de semana vale lapena contarlo:
Última fecha de la Súperliga turca. El Fenerbahce era local y con un empate era campeón. Del otro lado, el Bursaspor era el único que podía quitarle el campeonato. Los primeros habían empatado 1-1 y la voz del estadio anunció que los segundos habían empatado 2-2.
La situación no era fácil entre los canarios amarillos: había jugadores caros (Dani Güiza, Emre) que no estuvieron durante el torneo a la altura de las expectativas, por eso el torneo era un desahogo para muchos. Además el club no era campeón desde el 2006/2007.
Pero la alegría duró minutos. Nuevamente la voz del estadio llamó la atención y reconoció su error: el Bursaspor había ganado, por lo tanto quedaba primero por una unidad. Y se pasó de la alegría a la pesadilla: los hincas se enfrentaron a la policía pidiendo por la cabeza de Güiza, cuyo pase le costó 17,5 millones a los turcos. Los ¿fanáticos? comenzaron a destrozar el estadio Sukru Saracoglu Kadikoy de Estambul.
El desafortunado que dió la noticia irá hoy a declarar por el asunto. Cosas que pasan. Y en el verdadero campeón juegan Pablo Batalla (ex Quilmes y Vélez) y Leo Iglesias (de carrera en el ascenso)
Última fecha de la Súperliga turca. El Fenerbahce era local y con un empate era campeón. Del otro lado, el Bursaspor era el único que podía quitarle el campeonato. Los primeros habían empatado 1-1 y la voz del estadio anunció que los segundos habían empatado 2-2.
La situación no era fácil entre los canarios amarillos: había jugadores caros (Dani Güiza, Emre) que no estuvieron durante el torneo a la altura de las expectativas, por eso el torneo era un desahogo para muchos. Además el club no era campeón desde el 2006/2007.
Pero la alegría duró minutos. Nuevamente la voz del estadio llamó la atención y reconoció su error: el Bursaspor había ganado, por lo tanto quedaba primero por una unidad. Y se pasó de la alegría a la pesadilla: los hincas se enfrentaron a la policía pidiendo por la cabeza de Güiza, cuyo pase le costó 17,5 millones a los turcos. Los ¿fanáticos? comenzaron a destrozar el estadio Sukru Saracoglu Kadikoy de Estambul.
El desafortunado que dió la noticia irá hoy a declarar por el asunto. Cosas que pasan. Y en el verdadero campeón juegan Pablo Batalla (ex Quilmes y Vélez) y Leo Iglesias (de carrera en el ascenso)
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