Era el año 1988 y un joven de 20 años hacia su aparición en la primera de Atenas de Córdoba. Junto a Marcelo Milanesio y Héctor Campana, Diego Osella empezaría a marcar una rica historia plagada de títulos y de reconocimientos en el basquetbol de nuestro país.
El oriundo de Oncativo en su primer año consiguió el campeonato de la por entonces joven Liga Nacional de Basquetbol. Debido a tal merito y a sus condiciones (jugador alto de 2.07 mts.) lo catapultaron rápidamente a la selección Argentina en el sudamericano que se disputó de Guayaquil en el año 1989, luego de ahí participó con la celeste y blanca en otras tres competencias sudamericana, tres premundiales, tres mundiales (1990 en nuestro país, 1994 en Toronto, Canadá y 1998 en Atenas, Grecia), dos preolímpicos, dos juegos de la Buena Voluntad y un Juego Olímpico (Atlanta 1996).
Volviendo a lo que dejó como logros en la Liga fueron nada menos que seis títulos con Atenas, dos campeonatos sudamericanos, un panamericano de clubes y tres ligas sudamericanas. Un verdadero campeón el ala pivot de 41 años que dejó la actividad luego de ayudar a Sionista de Paraná a quedarse en la máxima categoría.
Si bien es reconocido por su paso fructífero en el griego cordobés estuvo en equipos del exterior como el Lucentum Alicante español o el Pallacanestro Varese italiano. También participó de Banco Córdoba y Estudiantes de Olavarría por un periodo corto.
Algunos números como el de 1.096 cotejos (mayor cantidad de partidos jugados en LNB) disputados y 12.360 puntos lo convierten en una leyenda del basquetbol criollo.
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