Parece que en esta fase de las semifinales de la Champions League los visitantes se sienten cómodos. Como le pasó a Manchester en su victoria en Alemania ante Schalke 04, Barcelona hizo gala de su estilo para derrotar a Real Madrid por el partido de ida. El resultado fue 2-0 con goles de Lionel Messi (11 goles en 11 partidos) a los 31 y 44 minutos del segundo tiempo.
Durante el primer tiempo la posesión del balón fue claramente del equipo catalán que no pudo encontrar muchas situaciones claras debido al cerrojo que había propuesto el “merengue”. De hecho fue evidente el enojo de Cristiano Ronaldo para intentar sacar el equipo adelante, ya que de acuerdo a los nombres del local, tenia material necesario como para intentar algo más que defenderse, sin embargo hasta ese momento el planteo de Mourinho estaba dando resultado.
Los primeros minutos del segundo tiempo fueron algo similar a lo hecho en la anterior etapa, hasta la expulsión del mediocampista Pepe todo esta estaba como antes. Pero después de eso, fue todo del equipo de Guardiola. Ibrahim Afellay, quien ingresó por Pedro, fue la llave para abrir el juego y como de pizarra salió el primer gol del partido. El holandés se proyecto por la derecha para la aparición de la pulga en el medio del área que no perdonó. Iban 31 minutos y el equipo de la Casablanca no encontraba respuestas.
Ya totalmente desordenado, el local le cedió totalmente las acciones al barsa que llegó al segundo tanto por obra del mejor jugador del mundo. Lionel Messi eludió a varios defensores blancos a los 44 minutos para cerrar la conversación que había empezado con el duelo de los directores técnicos en la conferencia de prensa de hace unos días atrás. El que mejor entendió la situación fue el blaugrana que salió hacer lo que tenia que hacer, que era jugar al fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario