Continuando con el recuerdo de campeones de la Copa Intercontinental, no podía faltar Boca Juniors. El 14 de diciembre de 2003 disputó la 42º edición con el Milan, con un resultado por demás recordado.
El equipo de Bianchi logró todo ese año: conquistó la Libertadores ante el Santos, ganó el Apertura festejando en cancha de Racing ante Arsenal, en épocas donde en el equipo de la Ribera era vital Roberto Colautti. Viajó a Yokohama para cerrar un año inolvidable, y así le fue.
Esa noche formó con: Roberto Abbondanzieri; Luis Perea, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez; Diego Cagna, Raúl Cascini, Sebastián Battaglia, Matías Donnet; Iarley y Guillermo Barros Schelotto.
Por su parte el rossonero fue con Dida; Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Cafú, Giuseppe Pancaro; Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso, Clarence Seedorf, Kaká; Jon Dahl Tomasson y Andriy Shevchenko.
En un partido parejo, arrancó perdiendo por un gol del delantero danés Jon Dahl Tomasson, pero pocos minutos después Iarley desvió un centro y Matías Donnet agarró el rebote de zurda y puso el 1-1 definitivo. Con el correr de los minutos, la figura del Pato iría creciendo a pasos agigantados.
El arquero argentino fue vital en la serie de penales. Le atajó el primero a Pirlo, para que el club quede arriba tras el tanto de Schiavi. El ingresado Rui Costá puso las cosas parejas y Sebastián Battaglia no pudo convertir. Cuando la cosa parecía complicarse, Seedorf la tiró por arriba y Matías Donnet puso el 2-1. Llegó el turno de Costacurta y el recuerdo del que fue quizás el peor penal ejecutado: patada a la tierra y la pelota que va mansa al Pato, para que en instantes después, Raúl Cascini pusiera cifras definitivas y el Xeneinze pudo levantar la Copa.
Fue el tercer título intercontinental para Boca Juniors, que en la edición 1977 había derrotado al Borussia Mönchengladbach y en la de 2000 ante Real Madrid, siendo el único club argentino que forma parte de la elite de cinco equipos que tienen en su palmarés tres copas intercontinentales.
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