sábado, 16 de octubre de 2010

Con la manos vacias

Gimnasia cayó 3-2 ante Arsenal y Leguizamòn sigue siendo el gran verdugo. Las ganas estuvieron, no alcanzó y preocupa.

Otra historia, un nuevo capítulo, pero el mismo final que ya nos tiene acostumbrados. El lobo volvió a perder, no es noticia, sin embargo el buen trabajo hecho contra River ilusionaba al hincha tripero con la esperada levantada, no obstante, todo quedó en la nada.

Un partido parecido al de Argentinos Juniors hace 2 encuentros atrás. El equipo albiazul arranca bien, demuestra juego, mete goles y no mantiene el rendimiento. Es tan así que a los 33 segundos del primer tiempo iba a abrir el marcador, luego del recupero de Aued, que toca para Córdoba dejándolo mano a mano con Camprestini estableciendo el apertura del marcador, siendo el gol mas rápido del torneo.

Cuando el cotejo era dominado por el local, llega el empate de Arsenal. A los 29’ Obolo la baja en el área para Leguizamòn que remata de pique al piso y se mete arriba para dejar inmune la reacción de Sessa.

El segundo tiempo fue parecido al primero, pero tuvo un ataque nada más del tripero. El cual fue gol. Centro de Aued y Córdoba anticipa al defensor para poner el 2-1 al minuto de juego. Les parecerá exagerado lo que puse líneas atrás. Fue real, gimnasia atacó en una única situación en el segundo tiempo, nada más. 3’ mas tarde, el 10 del arse remata y la débil respuesta del gato deja servido el esférico para que Obolo la empuje y ponga el 2-2 parcial.

El visitante fue más. No solo en los últimos 45’, sino durante toda la tarde. El juego demostrado por los equipos, deja en evidencia porque uno esta último y el otro segundo. Lo mejor del basurero: Córdoba y Rinaudo pero no alcanza.

Y como el tripero no da pie con bola, faltando 3’ para el final llega un corner de Leguizamòn y ante la mirada de privilegio de los defensores locales, Aguilar anticipa a todos desde atrás metiendo un frentazo y el 3-2 que era merecido.
Difícil de explicar este momento de la formación de Morant. Metió mano en el equipo, probó varios jugadores, cambió la táctica muchas veces y no encuentra en los resultados el alivio y la paz tan necesitada por el cuerpo técnico. El esfuerzo estuvo, no lo es suficiente y no parece ser la solución para un Titanic que cada vez se hunde más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario