Siempre lo mismo, Messi

La última vez que este escritor había visto jugar a Lionel, éste era un cúmulo de imprecisiones, de pelotas perdidas ante la primera marca, de no mostrarse al servicio del juego. Fue en el 0-4 contra Alemania. Ayer, como si Sudáfrica sólo hubiera sido un horrible sueño, el hombre que suele usar la 10 se despachó con un hat trick para que el Barcelona se imponga 4-0 al Sevilla en el Camp Nou (5-3 en el global), conquistando así al Superopa de España.

De allí parte esta pregunta, que habita los pensamientos de millones: ¿Por qué ahí sí y acá no? La respuesta no es del todo sencilla. Ya saldrán los "contra" a decir que la plata está en el Barça. No debe ser tan así. Los futboleros suponen que algo de aquel desprestigiado "amor por la camiseta" le debe quedar. O por lo menos intenciones de no hacer el ridículo. Pero no, los partidos pasan, y Messi navega en sus reniegues por perder tres balones de manera consecutiva.



En el seno de la AFA seguramente busquen soluciones: que la camiseta de la selección sea roja y azul, o nacionalizar a Xavi, para que por lo menos salga un poco del potencial del rosarino. Mientras los dirigentes ven que eso no pasará, el hincha del fútbol argento ve las estadísticas y llora: con la casaca nacional jugó 41 partidos (8 por Mundiales, 7 por Mundiales sub-20, 5 en Juegos Olímpicos y 21 por Eliminatorias) con 13 goles (6 juveniles, 4 por Eliminatorias, 1 en el Mundial 2006 y 2 en Beijing 2008), dejando un promedio de 0.3 goles por partido. Mientras tanto convirtó 130 goles en 216 cotejos con el Blaugrana (promedio de 0.6).



Pero eso es la estadística fría. Si se ven los partidos, sería peor. Un jugador que crea solo, 5 o 6 jugadasclaras de gol por partido, sin contar las que sus compañeros le dejan servida. Posible solución: rodearlo con lo que necesita o hacerle entender que no es imposible jugar en todos lados de la misma manera.

Por ahora, se invita a la población argentina a ver partidos del Barcelona, esperando que esos momentos lleguen a la selección, que sin dudas necesita a alguien con ideas para recuperar el tiempo perdido.