DE CABEZA A LA GLORIA

(Marcelo Marquihossi)

Gimnasia le ganó a Instituto en el estadio Mario Kempes por 2 a 0 y vuelve a jugar en Primera. Los goles fueron convertidos en la primera etapa por Facundo Pereyra y Oliver Benitez. Más de diez mil simpatizantes acompañaron al equipo de Troglio disfrutaron de la mejor versión albiazul, aquella más emparentada con la de los primeros partidos, donde demostraba superioridad indiscutida.

Con el libreto acostumbrado de tenencia de pelota, circulación y triangulación, proyecciones por las bandas y como si fuera un condimento, con el ánimo por las nubes, producto del empate previo de Sarmiento, el lobo saltó a la cancha decidido a llevarse los tres puntos. Por ello no extrañó que la pelota la tomara Nacho Fernández, la figura del encuentro, bien secundado por Pereyra y Mussis. Faltó sincronizar tal circuito al Caco García, de flojos rendimientos últimamente. Al minuto lo tuvo Niell por la marca hacia adelante de Miloc y luego, por la misma actitud de Benítez, lo perdió Pereyra en el borde del área. Bernardi, el mejor del local, comenzó a mover los hilos de un equipo prolijo, pero no tenía compañía y era poco profundo. Las emociones llegaron luego de un “parate” que se dio entre los 20 y los 25 minutos. Primero con una buena escalada de Licht por la izquierda que terminó con remate de Nacho Fernández; como contrapartida, fue Barreiro, aprovechando la siesta del berisnse en el cierre, pateó franco al arco y rechazó Monetti, de gran manera, al córner. A posteriori, una aparición en una salida rápida de García, quien frenó, pensó, se asoció cortamente con Pereyra y cambió el eje con dos movimientos virtuosos: Mussis llegaba justo con la cabeza y Barsottini, previendo la situación, pasó para darle opción de pase y así fue que el Gordo lo habilitó. El central devenido en volante central levantó la cabeza y ubicó a Pereyra, que había iniciado la jugada cerca de la mitad de la cancha en conexión con García. Cabezazo y golazo del Lobo, que mostró sapiencia y paciencia en el momento indicado y abrió la cuenta a los 38 minutos. Si bien se sabía de antemano que Gimnasia con el empate ascendía, fue elogiable su actitud de hacerlo y plasmarlo desde el primer minuto. Sintió el deber de ser protagonista y eso no tiene discusión. Luego de abrir el marcador siguió buscando y en una falta que consiguió el mejor de la cancha, Nacho Fernández, llegó el centro de Mussis y el gol con olor a revancha de Oliver Benítez, uno de los jugadores que había estado en cancha durante el partido que marcó el descenso del Lobo en el 2011, cuando en el primer encuentro en San Juan había marcado un gol en contra. Ésta vez, su cabezazo, la deuda de la defensa de Instituto, ponía al mens sana con un pié y medio en Primera. Gimnasia era muy superior, como lo fue casi ante todos los rivales de ésta segunda parte del torneo.

La segunda etapa empezó como se presagiaba el partido, con el Lobo cuidando la pelota y sin tanta presión ofensiva. El protagonismo que ejerció en la primera mitad fue suficiente para sacar dos goles de ventaja contra el rival. Las escaladas de Licht comenzaron a hacerse más esporádicas y el Lobo, agazapado, esperó con seguridad en el fondo la chance de concretar algún contraataque. Éste llegó en una nueva pelota recuperada por Miloc, que tocó rápido para Pereyra y el delantero, casi de memoria, tocó por sobre la zaga local para la entrada de Niell que se filtró entre los dos centrales y Chiarini, que se quedó con el tercer tanto del equipo de Pedro Troglio. Así el Lobo, esperaba tranquilo el pitazo de Argañaraz, seguro de sí mismo, debido además de la impericia del rival y la pericia de sus defensores y volantes de contención, no pasó sobresaltos. Marcó con criterio del medio hacia atrás y cada vez que quiso y pudo, inquietó a

Chiarini. Como sucedió a los 32 minutos en los pies de Mussis, que quedó de frente al arco y el uno se lució con otra tapada providencial. El Lobo se daba el lujo de mirar el festejo de su gente en las tribunas pero desde adentro de la cancha. Sin dejar de lado la concentración y el oficio, pareció esperar el pitazo final como partícipe de su propia fiesta, la que vivieron los más de 10 mil hinchas que viajaron cientos de kilómetros para estar en Córdoba junto a este plantel.

Con la finalización del encuentro, se dio unos de los momentos más emotivos de los últimos años, cuando los verdaderos gestores de ésta historia, jugadores, cuerpo técnico, e hinchas, se fusionaron para gritar bien fuerte, el ascenso a Primera. Un hecho destacado de la jornada fue que Gimnasia puso en cancha a diez de catorce jugadores canteranos. Y eso es producto del trabajo no sólo de Troglio, sino de personas también muy vinculadas al club y que hoy por distintos motivos no están: Morant, Ortíz, Yllana, entre otros. Si Casco, Magallán y Ruiz fueron vendidos en el último torneo es consecuencia de un proyecto distante a la realidad dirigencial. Ella que no escatima en acorralar a realidad de una masa societaria acuciada por los desmedidos aumentos de cuota, de promesas incumplidas como la de no cobrar bono, cuando en realidad, para la próxima fecha ante Central, le impone a su gente, de un pago obligatorio de cincuenta pesos, impidiéndole a una gran parte de la misma, la presencia a su propia fiesta. Ésta medida impopular, conspira con el corazón mens sana, verdadero motor de éste ascenso. Y de ello pueden dar prueba, los hinchas locales de los distintos escenarios del país.

Instituto 0: Julio Chiarini (7); Raúl Damiani (5), Cristian Báez (4), Martín Zbrun (4), Roberto Floris (5); Mauro Bellone (5), Federico Vismara (6), Cristian Bernardi (6), Maximiliano Barreiro (5); Franco Canever (4) y Pablo Burzio (4). Ent: Frank Kudelka. 

Gimnasia (LP) 2: Fernando Monetti (7); Facundo Oreja (7), Osvaldo Barsottini (7), Oliver Benítez (6), Lucas Licht (6); Franco Mussis (6), Dardo Miloc (6), Ignacio Fernández (8), Matías García (5); Franco Niell (6) y Facundo Pereyra (7). DT: Pedro Troglio.

Goles: PT, 37m. Pereyra (G); 44m. Benítez (G). 

Cambios: PT, 25m. Maximiliano Moralez por Barreiro (I); ST, al inicio, Gonzalo Bazán por Floris (I); 20m. Facundo Ponzio por Burzio (I); 29m. Cristian Piarrou por Benitez (G); 35m. Maximiliano Meza por I. Fernández (G); 41m. Luis Peralta por Pereyra (G). 

Amonestados: Bazán (I); Oreja (G). 

Incidencias: No hubo. 

Cancha: Estadio Mario Kempes. 

Arbitro: Pedro Argañaraz.