Es innegable a esta altura del campeonato decir que Gimnasia viene realizando la mejor campaña desde aquella temporada 2008/9 de 55 puntos y que lo llevara a evitar el descenso, de la mano de Diego Alonso, Messera, Teté González, el gato Sessa, Chirola Romero, el pampa Sosa, Diego Villar y hasta el mismísimo Franco Niell, entre otros. Pero las ya reconocidas malas decisiones de la dirigencia de esa época (y las anteriores), como así también de aquellos que la subsiguieron, han llevado al lugar que ocupa hoy.
El equipo de Troglio, ya con el traje de candidato, demuestra fecha a fecha, el sustento que surge desde la cancha y encuentra eco en las tribunas. Es sabido que la famosa 22 acompaña a cualquier hora y lugar donde le toque jugar. Por ello, una idea que la comisión directiva podría tomar en el caso de ser posible, es elevar a la AFA, la solicitud donde los partidos de visitante por la fecha 11 ante Almirante Brown y 13 ante Defensa y Justicia, jugarlos en el Estadio Ciudad de La Plata. Tanto los de Isidro Casanova como los de Varela, vienen realizando una campaña apenas aceptable, con 33 y 34 puntos respectivamente. Sus aspiraciones están tan distantes del ascenso directo, (el último en subir a Primera hoy sería Olimpo con 47), como del descenso. Vale decir, están esperando la culminación del presente torneo para ya tener la mente puesta en la próxima temporada.
Entonces ¿qué puede mejorarles la situación institucional si no es lo deportivo?. La económica. La única manera es de la mano de mi propuesta: aceptar cambiar la localía y recorrer los escasos kilómetros hacia el mejor estadio del fútbol argentino. La distribución de las parcialidades es una cuestión de los miembros responsables. Me tomaría la osadía de sugerir en base a lo demostrado por una de las hinchadas mas fieles a lo largo de la historia, que si a Gimnasia le dan las dos cabeceras, donde caben cómodamente 12000 personas, y una de las plateas laterales para ubicar a 6000 simpatizantes, las mismas estarían completas sin duda alguna. Y una platea lateral para albergar a Brown y Defensa en sendos partidos, asoma como confortable y suficiente.
Una entrada visitante a 50 pesos y una platea a 80 ó 100 pesos, llevaría a una recaudación que supera el millón de pesos, donde más de la mitad le quedaría a la gente aurinegra y el Halcón.
Sería interesante que la dirigencia tripera tomase nota de ésta humilde sugerencia en pos de su gente. Aquella donde sus socios soportan tener una de las cuotas más caras del deporte argentino por excelencia, inclusive superior a los equipos grandes, que, entre otras cosas, brindan un mejor servicio, al menos en cuanto a estadio se refiere. O también el hecho de tener que pagar un bono obligatorio de 20 pesos, como pasó ante los tucumanos de Atlético. También el no asociado que viajó a Banfield, pagó un bono en la apariencia “contribución” de 10 pesos.
Es notorio que el aporte económico siempre vino de afuera a través del Grupo Integral o de socios caracterizados. Pero seguir con la idea de exprimir al asociado, en momentos tan críticos como los que se está viviendo, suena al manos injusto. Máxime cuando se prometió no aumentar la cuota y no se cumplió. La escasez de ideas, de una generación de recursos es alarmante, y ello sin detenerse a pensar que pasaría si no se alcanza el objetivo.
Por ello una humilde propuesta para ser consensuada, no suena descabellado.
Marcelo Marquihossi
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