La posibilidad estaba planteada desde que a Brasil (que le correspondía la organización) le habían dado el Mundial y los Juegos Olímpicos. Pero fue recién después de la salida del presidente Texeira que los trasandinos se quedaron con el proyecto.
El sistema de rotación de sedes se implementó en 1987, donde Argentina fue local. La organización le dejó esta vez todo en manos a Brasil (¿Bolivia? Bien, gracias). Tras la renuncia de Teixeira, el gobierno chileno, encabezado por su presidente, Sebastián Piñera, logró llevar la competición a su territorio.
Chile empezó la búsqueda cuando se conoció que los cariocas serían sede de la Copa del Mundo 2014. El resultado fue negativo. Intentaron cuando Río fue anunciado para los Juegos Olímpicos. El resultado volvió a ser negativo. En esos momentos, el entonces presidente Luiz Inacio "Lula" da Silva acordó con los chilenos entregar la organización. Pero el que no quería era Ricardo Teixeira, que frustraba los intentos que venían del otro lado de la Cordillera. y, de hecho, tuvo éxito cuando en 2010 frustró el cambio de sede.
La situación cambió desde entonces. El mandamás del fútbol carioca renunció en medio de denuncias por corrupción, volviendo a las negociaciones anteriores. Para el que tenga memoria, la última vez que se jugó en ese país, Argentina ganaba la Copa de la mano del Coco Basile. ¿Habrá suerte esta vez?
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