Haciendo un poco de memoria, vamos a repasar aquel torneo que fuera la única coronación de Bolivia en un certamen de este tipo. Se disputó en ese mismo país en marzo de 1963, en las ciudades de La Paz y Cochabamba. Participaron siete equipos, porque Chile, Uruguay y Venezuela no formaron parte, los charrúas debido a que habían propuesto que el torneo sea solo en Cochabamba, para evitar ventajas de los bolivianos. Brasil fue con una selección B y Argentina también con mayoría de suplentes. Fue la altura quien jugó un papel muy importante, donde el dueño de casa ganó 5 de los 6 partidos que jugó.
El país del altiplano había luchado por ser sede en 1930, pero los campeonatos fueron suspendidos, anhelo que se hizo realidad recién 30 años después. El formato del torneo era un todos contra todos.
A principios del 63 la Federación Boliviana de Fútbol contrató al brasileño Danilo Alvim que había sido una de las grandes estrellas del fútbol brasileño, figura en el Sudamericano de 1949 y parte del seleccionado que no pudo ganar el Campeonato del Mundo 1950.
A decir verdad, muy pocos esperaban que Bolivia ganara el campeonato. La idea era hacer un buen papel y buscar, “si es posible”, uno de los tres primeros lugares. Se esperaba al “scratch” brasileño que un año antes había logrado el bi-campeonato mundial, a la Argentina y Uruguay tradicionalmente los más poderosos equipos del continente. Algo que para su suerte no se dio.
Los partidos del campeón fueron:
Empate ante el más débil, Ecuador, por 4-4, goles de López, Castillo, Alcócer y Camacho. Unos días después, venció a Colombia 2-1, goles de Alcócer y Castillo. Bolivia 3 (Camacho, Alcócer y García) - Perú 2 (Gallardo y León), fue el primero de los tres partidos que hizo creer que el conjunto dueño de casa podría pelear el torneo. Luego le ganó a Paraguay 2-0 con goles de Castillo y García, para jugar ante los rivales de mayor importancia del continente.
El 28 de marzo, el conjunto verde se enfrentó a Argentina. Castillo los puso en ventaja y Rodríguez empató. Luego Blacutt puso el segundo y Rodríguez otra vez (uno de los artilleros del torneo) volvió a igualar. A los 42 del segundo tiempo, penal para Bolivia. Patea Ramírez y Andrada lo manda al córner. Mientras los albicelestes festejaban, Castillo hizo rápido el tiro de esquina y Camacho la envió al fondo del arco. Avivada y triunfo que los dejaba con vida.
A la última fecha llegó el local con 9 puntos, seguido de Paraguay con 8. Debían jugar con Brasil, y los guaraníes ante Argentina. Partido para el infarto, en el que los locales, se llevaron la victoria por 5-4, Ugarte dos veces, Camacho, García y Alcócer se anotaron en la historia grande del fútbol de ese país. Poco importó que no sea la selección que venía de triunfar en los mundiales de Suecia y Chile, se le ganó a la verdeamarelha y eso sirvió para levantar el trofeo más antiguo del fútbol por única vez.
El país del altiplano había luchado por ser sede en 1930, pero los campeonatos fueron suspendidos, anhelo que se hizo realidad recién 30 años después. El formato del torneo era un todos contra todos.
A principios del 63 la Federación Boliviana de Fútbol contrató al brasileño Danilo Alvim que había sido una de las grandes estrellas del fútbol brasileño, figura en el Sudamericano de 1949 y parte del seleccionado que no pudo ganar el Campeonato del Mundo 1950.
A decir verdad, muy pocos esperaban que Bolivia ganara el campeonato. La idea era hacer un buen papel y buscar, “si es posible”, uno de los tres primeros lugares. Se esperaba al “scratch” brasileño que un año antes había logrado el bi-campeonato mundial, a la Argentina y Uruguay tradicionalmente los más poderosos equipos del continente. Algo que para su suerte no se dio.
Los partidos del campeón fueron:
Empate ante el más débil, Ecuador, por 4-4, goles de López, Castillo, Alcócer y Camacho. Unos días después, venció a Colombia 2-1, goles de Alcócer y Castillo. Bolivia 3 (Camacho, Alcócer y García) - Perú 2 (Gallardo y León), fue el primero de los tres partidos que hizo creer que el conjunto dueño de casa podría pelear el torneo. Luego le ganó a Paraguay 2-0 con goles de Castillo y García, para jugar ante los rivales de mayor importancia del continente.
El 28 de marzo, el conjunto verde se enfrentó a Argentina. Castillo los puso en ventaja y Rodríguez empató. Luego Blacutt puso el segundo y Rodríguez otra vez (uno de los artilleros del torneo) volvió a igualar. A los 42 del segundo tiempo, penal para Bolivia. Patea Ramírez y Andrada lo manda al córner. Mientras los albicelestes festejaban, Castillo hizo rápido el tiro de esquina y Camacho la envió al fondo del arco. Avivada y triunfo que los dejaba con vida.
A la última fecha llegó el local con 9 puntos, seguido de Paraguay con 8. Debían jugar con Brasil, y los guaraníes ante Argentina. Partido para el infarto, en el que los locales, se llevaron la victoria por 5-4, Ugarte dos veces, Camacho, García y Alcócer se anotaron en la historia grande del fútbol de ese país. Poco importó que no sea la selección que venía de triunfar en los mundiales de Suecia y Chile, se le ganó a la verdeamarelha y eso sirvió para levantar el trofeo más antiguo del fútbol por única vez.
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