
Después de un arranque pobre, el conjunto de Asad manejaba la pelota dando clase de su buen momento y demostrando la calidad en jugadores como David Ramirez (figura del partido) y Nicolás Olmedo, fundamental en la mitad de la cancha. Por el lado de los de Morant, el mejor fue otra vez Luciano Aued, por su entrega y esfuerzo. Un poco más abajo Jorge Córdoba fue la carta más peligrosa hasta que se retiró lesionado y se perderá lo que queda del torneo.
El tomba dominó los primeros instantes, a los 11’ desde un corner de Ramirez, anticipa a los defensores triperos Nicolás Sánchez clavando un remate fuerte abajo para dejar inmune las acciones de Gastón Sessa. Apartir de este momento, la visita era mejor. Sin embargo, el local iba en crecimiento con el ingreso de Hernán Encina por Fabián Rinaudo que debió salir por una contractura. A los 32’ una arremetida de Luciano Aued que lanza un centro para la llegada de Antonio Rojano que cabecea para decretar la igualdad. Un primer tiempo digno de ver por parte del lobo. Supo enfrentar y saber responder a cada ataque de uno de los mejores equipos de la actualidad y por momentos ser superior.

El técnico tripero puso todo en la cancha con el ingreso de Gastón Casas que poco pudo hacer. Además si recordamos en las estadísticas, Gimnasia no da vuelta un resultado desde hace 3 años (contra Vélez 3-1). Al conjunto Mens sana se le hizo muy difícil entrar al arco contrario. La gente se impacientaba declarando insultos para el presidente Walter Gisande.
Después del partido Pablo Morant dijo: “había uno de barbita que jugaba para ellos que tendría que estar jugando para nosotros”, haciendo referencia a Diego Villar de buen cotejo (ovacionado por los hinchas albiazules).
La formación mendocina terminó festejando porque aparte de ganar consiguió su primera clasificación de su historia a la Copa Libertadores de America.
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